El vermut gusta, el vermut aficiona. Por eso son tantas las personas que buscan nuevos
Vermut ecológico: el paso necesario para una bebida imprescindible
La alimentación ecológica se ha convertido en prácticamente una necesidad para muchas personas. No solo es una forma más responsable de comportarnos y relacionarnos con el mundo de un modo más sostenible. Y esta nueva tendencia ha llegado también a nuestro mundo favorito. Por eso no es raro que empiecen a proliferar las marcas de vermut ecológico que te animan a probar un sabor mucho más natural en el que no han participado químicos en su elaboración. Sin lugar a dudas es algo que poco a poco se terminará por imponer. Y que, de momento, tal vez te interese probar. ¿Te lo explicamos?
¿En qué consiste el vermut ecológico?
Si tiene uvas, especias y hierbas aromáticas… ¿no es ya el vermut una cosa bastante ecológica? Por un lado sí, pero por el otro no. Piensa que ecológico no significa solo que no venga de un laboratorio. Significa que ha sido cultivado sin químicos ni aditivos, tratando de preservar la naturalidad del producto así como su mantenimiento y crecimiento, sin recurrir a recursos que pueden alterar la tierra o su sabor.
Y eso es precisamente lo que se trata de hacer con sus ingredientes. Es decir, contar con uvas y con hierbas y especias que no hayan atravesado ningún proceso químico que haya modificado su sabor o que sea perjudicial para la tierra.
¿Qué marcas de vermut ecológico hay?
¿Está el mercado inundado de este tipo de botellas? Por desgracia todavía no, pero sí que es cierto que puedes encontrar algunos tragos especialmente interesantes.
Nuestra recomendación es la de la botella de Green Mixology Organic Vermut. Tiene productores gallegos, gracias a que en esta zona ya empieza a haber un cuidado o una atención más general hacia la producción ecológica. Pero también puedes encontrar otras firmas, como el Vermut Zarro o el Ciento Volando de Fernandez Pons de Godella.
La necesidad de apoyar otro consumo
Finalmente, algo que hay que poner de relieve y que goza de una especial importancia es que, por desgracia, en España todavía no se ha desarrollado una conciencia bio que cambie de manera profunda el modo de producir alimentos y de consumirlos. Por eso resulta tan relevante apoyar este tipo de marcas o darles el lugar que merecen. No hay duda de que este tipo de modelos representan el futuro. Y es imprescindible adaptarse a ellos cuanto antes.
El vermut ecológico no supone un cambio sustancial en el sabor, sino más bien en el tono y, especialmente en la forma de producir las botellas. Aunque si tienes un paladar fino, seguro que notas algún matiz diferente, que te hará enamorarte de este tipo de botellas. Y harás bien, porque no dejan de ser el futuro.
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