No solo los aperitivos y el vermú van de la mano. También los gallegos y
Qué quesos puedes comer durante el embarazo
Te contamos los quesos que puedes tomar
Hoy voy a intentar dar una respuesta a una de las dudas más frecuentes sobre alimentación en el embarazo. ¿Puedo tomar queso o no? Lo cierto es que las futuras mamás necesitan incrementar el consumo de leche y lácteos durante la gestación por lo que los especialistas recomiendan no eliminar el consumo de queso, rico en proteínas y calcio, un elemento fundamental en la formación de los huesos del bebé que viene en camino.
Lo que sí es importante es no consumir en ningún caso quesos elaborados con leche cruda. Cualquier queso que se tome durante esta etapa debe estar hecho con leche pasteurizada, una información que debe constar en la etiqueta. También están contraindicados los quesos blandos madurados, aunque se haya utilizado en su fabricación leche sometida a pasteurización. Si comes fuera de casa y no estás segura de que el queso cumple con todas las garantías, es preferible no arriesgarse.
El motivo de esta restricción es el riesgo de que el alimento esté contaminado con la bacteria Listeria monocytogenes, que muere con el calor (a partir de los 75 ºC) pero es capaz de sobrevivir a bajas temperaturas, incluso a las del congelador. Esta bacteria es la causante de la listeriosis
Cuando se produce un contagio, la mayoría de las embarazadas no sienten síntomas, y estos pueden tardar incluso semanas en aparecer: fiebre, molestias estomacales, diarrea, escalofríos, dolores musculares y de cabeza, pérdida del equilibrio… El problema es que se puede transmitir la listeriosis al bebé a través de la placenta. Dependiendo del mes de embarazo en que te encuentres, esta enfermedad puede causar problemas neurológicos graves o alteraciones en el desarrollo psicomotor del bebé, infecciones graves en el recién nacido e incluso un aborto.
Es por ello que los lácteos prohibidos durante el período de buena esperanza son el queso feta, el de cabra, el camembert, y todos los quesos azules o que llevan moho, como el roquefort. Estos quesos tienen más riesgo de ser elaborados con leche sin pasteurizar. Si se consumen cocinados (en una salsa que hayamos visto hervir durante un rato, por ejemplo), son seguros. Siempre quedan opciones nada desechables como la mozzarella, el queso crema, el emmental, el parmesano, el cheddar, el provolone o el gruyere que se elaboran con leche pasteurizada y por procedimientos seguros.
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