¿Alguna vez has probado la navaja de mar? Es uno de los mariscos más ricos
¿Qué necesitas saber sobre los mejillones en conserva?
¿Te gusta el mundo de las conservas? Eso sí, no hablamos de las latas más básicas de supermercado. Nos referimos a esos cocineros y productores gourmet que quieren, a través de sus latas, guardar algo del sabor típico de un sitio, ponerle mimo, y hacer una receta diferente. Pues bien, los mejillones en conserva son uno de esos productos que no pueden faltar en tu armario. Y que encajan perfectamente en un picoteo, o que incluso puedes utilizar para comer.
¿Qué te ofrecen los mejillones?
En Galicia se les conoce como “marisco de pobres” porque, mientras que las almejas han visto incrementar su precio, los mejillones no. Y aunque tengan un sabor delicioso, con ese toque a mar, y esa versatilidad en la cocina, su precio no se ha disparado.
Para empezar, apenas tienen calorías, como sucede con otros tantos productos del mar. Y esto lo redondea el hecho de que tienen una alta proporción de proteínas, hierro y minerales. Lo que quiere decir que, nutricionalmente, son un bocado no solo exquisito, también saludable.
¿Con qué combinar los mejillones en conserva?
Esto es importante. Vamos a darte algunas ideas de acompañamiento para hacer un picoteo especialmente interesante:
– Una tempura de verduras. Así tienes algo del mar y algo de la tierra. Es cierto que la tempura te exige más tiempo, aunque tampoco se hace demasiado complicada. Es un picoteo original y delicioso, aparte de nutritivo y ligero. Así dejáis sitio para la comida o la cena.
– Acompañarlos con hummus. ¿Te atreves con algo más fuerte? Si tu estómago aguanta bien los sabores pesados, puedes probar esto. Un poco de hummus en tostas y mejillones para acompañar. Tienes la ventaja de que así hay una alternativa para veganos y vegetarianos.
– Una tabla de quesos gallegos. Cremoso, de Arzúa… será por elegir. La gastronomía gallega ha sabido adaptarse muy bien y combinar con los productos del mar. Y por eso su queso, especialmente suave y muy cremoso y tierno, no marida nada mal con, por ejemplo, los mejillones.
– Algunos crudités con diferentes salsas. Del hummus al guacamole, pasando por un alioli, los crudités siempre van a quedar genial en un picoteo. Además, puedes añadir unas patatas asadas con limón y perejil, después de dejarlas templar un poco, para tener ya un menú bastante completo, por si la cosa se os alarga un poco.
En definitiva, los mejillones en conserva son una excelente manera de consumir productos de mar de calidad, con un sabor de primera. Y pueden encajar muy bien, cómo no, con un vermú gallego. Y con algunas de estas propuestas de picoteo que te hemos dejado. ¿Te animas a probarlo?
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