El vermut gusta, el vermut aficiona. Por eso son tantas las personas que buscan nuevos
El vermut está de vuelta en las mesas españolas: desde bares castizos y grifos antiguos hasta botellas de diseño y bares de moda. En las décadas de 1950 y 1960, esta bebida bañada en flores, frutas, plantas, especias y madera fue un aperitivo imprescindible. Hasta la fuerza de la cerveza y la llegada de los tragos largos, bajó. Ahora, el momento del vermut se ha convertido en una manifestación de tradición. Su fórmula básica se remonta a los vinos aromatizados del período griego antiguo (Vinum hippocratumum) y el Imperio Romano. Su nombre proviene del alemán wermut (absenta) utilizado en su producción, y en 1786 adquirió su actual forma en Turín de manos de Antonio Benedetto Carpano. Posteriormente, Martini & Rossi lo estandarizó. En España, Perucchi e Yzaguirre comenzaron a involucrarse en este campo a finales del siglo XIX. Hoy en día ha proliferado el vermut artesanal de la más alta calidad a partir de una variedad de plantas específicamente elegidas por unas cuantas marcas para hacer de su vermut, una bebida única.
Si los productores y distribuidores coinciden en una idea, es que el fabuloso momento del aperitivo está renaciendo en España. Sin embargo, como casi todos los productos, el vermut es un mundo y existen grandes diferencias entre las diferentes calidades y formulaciones. Aunque su variedad roja se consume mucho, cabe señalar que el vermut, en realidad, se elabora a partir de vino blanco, que se infunde con varias hierbas. A partir de aquí, las posibilidades son casi ilimitadas. En general, el vermut rojo es amargo y más potente que el vermut dulce blanco. El vermut español elaborado tradicionalmente en la región de Reus no es tan amargo como el de Italia.
No es de extrañar que el vermut no sea solo una bebida en España, es una tradición. Desde hace más de un siglo, el vermut viene acompañada del acto social de beber una copa para tomar un aperitivo o un tentempié con familiares y amigos antes de comer los fines de semana. Esta costumbre llevó a la sustitución de la “hora del vermut” por la “hora del aperitivo” en el imaginario social y local, lo que muestra claramente la importancia de este comportamiento en España.
En definitiva, el vermut español es más que una bebida: es una deliciosa experiencia pensada para beber con buenos amigos de la familia y amigos, y puede estimular nuestro apetito. Continuamos presentando los vermuts españoles más importantes y hoy os traemos a la mesa los vermuts La Copa y Lacuesta.
Vermut de Reus
La llegada del vermut a España fue lo que supuso la primera botella enviada desde Italia en 1839 a través de la localidad catalana de Reus. Su consumo tuvo tanto éxito que pronto aparecieron en Cataluña otras empresas dedicadas a elaborar sus productos. El primer vermut elaborado en España fue catalán, y Diezmo Nuevo de Moguer fue la primera bodega en tener una receta de vermut. La ley de tarifas firmada por el gobierno en ese momento favorecía el consumo de vermut español en Italia, porque el país italiano aumentó su precio debido a los impuestos. De esta forma, las empresas nacionales dedicadas a esta bebida (vermut) comenzaron a extenderse por todo el país. Su consumo empezó a cobrar tanta importancia que en el aperitivo empezaba a resultar imprescindible el beber vermut, tanto es así que mucha gente decía “beber vermut”, para referirse al momento del aperitivo y aunque al final se bebieran otras cosas (cerveza, vino), costumbre que todavía mantenemos hoy en día en nuestro idioma coloquial.
Vermut Yzaguirre
En España, Perucchi e Yzaguirre comenzaron a involucrarse en este campo a finales del siglo XIX. Hoy en día, el vermut artesanal de la más alta calidad está inundada de una amplia variedad de plantas (ajenjo, ajedrea, canela, piel de naranja, genciana, cardamomo, clavo, nuez moscada, salvia, cilantro, anís estrellado) …) y diferentes tipos de envejecimiento. Estos vermuts, aunque se pueden utilizar solos, se recomienda consumir con cubitos de hielo, ralladura de naranja para el vermú rojo y zumo de limón para el vermú blanco. De esta manera, se pueden apreciar todos los matices de su composición y la experiencia será mucho más completa.
Siguiendo la fórmula clásica, el vermut Yzaguirre combina hierbas y especias con madera y frutas maduras para proporcionar un sabor italiano fuerte y complejo. Desde que se fundase en 1884, Yzaguirre ha acumulado valiosos premios y prestigio dentro y fuera de nuestras fronteras. Su artesanía en el proceso de elaboración, su fórmula única y su estricto control de calidad son las claves de su aroma y sabor únicos. Su apuesta por la excelencia siempre ha sido la mejor plataforma para que la marca se expandiera en España y en el mercado internacional, con presencia en más de 40 países.
Vermut Perucchi
En cuanto a Perucchi, a mediados del siglo XIX, se produjo por primera vez en España y se hizo a partir de una mezcla artesanal de vino, muérdago, hierbas, plantas y raíces. Esencialmente, puede considerarse el primer vermut español. Según el documento más antiguo que se conserva en la Cámara de Comercio de Barcelona de la bodega, Augusto Perucchi fue el responsable de la producción pionera y padre fundador en 1876.
En las líneas anteriores os hablábamos de las marcas españolas de vermut más importantes, os comentamos las bondades de Yzaguirre y Peruchi. Hoy os hablamos de otras dos marcas que dejan el listón muy alto: Vermouth Guerra y Vermouth Lacuesta.
Vermouth Guerra
Pruébalo con un aperitivo por la mañana o antes de comer. Se puede disfrutar con frutos secos u otros snacks. Ponlo en un vaso grande con rodajas de naranja y un par de hielos. El Vermouth Guerra se elabora en El Bierzo por la histórica casa de vinos Bodegas Guerra. Desde 1879 se mantiene la tradición de elaborar vinos de alta calidad. Con la receta secreta que mezcla más de 40 tipos de botánicos, encontramos, de entrada, un vermut muy dulce con varios aromas. Una vez mezclados los mejores vinos de Godello y Mencía, se guardarán en barricas de roble, dependiendo del tiempo de crianza de cada lote de vermut, las barricas de roble tendrán una duración de 8 a 18 meses. El resultado es un vermut denso y muy aromático, que puedes mezclar con hielo para refrescar el vermut sin preocuparte por diluirlo.
Vermouth Lacuesta
Desde 1937, la bodega Martínez Lacuesta elabora este vermut único, manteniendo su exquisita elaboración para no perder la esencia del pasado. Podemos observar un macerado en frío, con nuez moscada, azafrán, clavo, canela, sándalo y otros alcoholes y vinos blancos hasta su reserva y crianza en barricas de roble americano. Una vez establecida la base, se mezclará con vino blanco, caramelo, azúcar y alcohol para alcanzar el nivel de alcohol deseado. Lo que la convierte en una bebida amarga, dulce y aromática. Otra gran opción para acompañar el aperitivo.
Cada año se conservan seis barricas de las mejores maderas de roble francés para alargar el tiempo de crianza del vermut a 14 meses. Color caoba con aromas a chocolate, pasas y cerezas en nariz. Tiene las características riojanas, con aromas a mentol y barrica. En boca es suave, dulce, equilibrado, con un toque de cereza y amargor.
Vermouth La Copa
Jerez retomó la tradición de hacer vermut a partir de la receta en 1896. El vermut La Copa procede de los soleras de Oloroso y Pedro Ximénez durante más de 8 años, además de botánicos cuidadosamente seleccionados y combinados como el clavo, la piel de naranja, la canela, la nuez moscada, la angélica y la quina. En nariz, irradiará un fuerte aroma especiado, en el sutil aroma de clavo y canela, puede mezclarse armoniosamente con otras especias. Único en sabor, con un ligero amargor, suavidad y elegancia, recuerda la esencia y el origen de Jerez.
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