Y no te sorprenderá saber que son gallegos.

Los chipirones rellenos en su tinta se elaboran al gusto, tiernos y deliciosos, rellenos con sus propios tentáculos y aderezados con el mejor aceite. Un entrante para disfrutarlo al máximo. Una verdadera y deliciosa delicatesen marina. El modus operandi destaca por su sencillez. Se limpian, se rellenan con sus patas y se empacan a mano en tinta natural sin aditivos. Acompañados con una guarnición de arroz blanco, o los tradicionales cachelos (patata cocida) evocan a la infancia, y a las comidas familiares con los abuelos. Un placer que ahora es posible revivirlo en cualquier momento sin perder la calidad y el sabor de antaño.

Las conservas gallegas son sin duda las más reconocidas a nivel mundial por la calidad de la materia prima que se encuentra en nuestras rías. A de Arousa famosa no sólo por su tamaño, sino por la riqueza marina que hay en ella favorece el cultivo de bivalvos, molusco en las bateas o la pesca de exquisito cefalópodo como el chipirón. Precisamente de este lugar procede la mejor materia prima que es seleccionada cuidadosamente para llevar a su mesa las conservas más selectas y artesanas.

En las conserveras de nuestra tierra utilizan una selección de las mejor que ofrecen nuestros mares y son elaboradas de forma tradicional con el fin de obtener una conserva artesana de muy alta calidad. El proceso de fabricación se distingue por estar realizado de forma artesanal, siguiendo recetas tradicionales y utilizando siempre ingredientes frescos seleccionados, cuyo origen son principalmente las Rías Gallegas. Conservas elaboradas a mano con el cuidado y la calidad que nos caracteriza y que llevará lo mejor del mar a su mesa.

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