El vermut gusta, el vermut aficiona. Por eso son tantas las personas que buscan nuevos
Descubre esta fácil receta de vermouth casero
Una receta fácil para hacer vermouth casero
Tiempo de lectura: 2 minutos
Elaborar vermouth casero es una especie de fantasía o aspiración de muchos de los aficionados a esta bebida. Y es normal. En comparación con la destilación de otros alcoholes, este proceso de elaboración es especialmente sencillo. Y tiene la ventaja de que es tremendamente personal, puesto que se pueden añadir todas las variaciones que quieras. Esto hace que sea una experiencia diferente e interesante que te puede ayudar a comprender mucho mejor esta bebida y, evidentemente, a disfrutarla más. Vamos con esta receta para elaborar vermouth casero.
Una sencilla receta de vermouth blanco
Ingredientes:
Vamos con los principales ingredientes que vas a necesitas:
1) Elige un litro de un vino blanco bastante neutro.
2) Media cucharada sopera de ajenjo.
3) Cáscaras de limón y naranja.
4) Media barra de canela.
5) Especias al gusto (por ejemplo la manzanilla, el cilantro o el enebro). Si, más allá de estas tres quieres experimentar un poco, puedes añadir cualquiera que tenga aroma, profundidad y, en general, que pueda aportar algo de amargor a la mezcla.
Una vez lo tengas todo, tienes que buscar una pequeña bolsa de gasa, como las de infusión. Son esas que permiten proteger las hierbas que hay en el interior, sin que se separen o se pierdan, y a la vez permiten que permeen, de manera que puedan aromatizar el líquido en el que se encuentren.
Luego, añades esa bolsa en el vino y lo dejas descansar en torno a un mes en un lugar seco y oscuro. Es muy importante esto, ya que no debe de fermentar lo más mínimo. Eso sí, elige un recipiente para hacer la mezcla y asegúrate de que este está perfectamente cerrado, para que tampoco entre oxígeno y la bebida final no se oxide.
Seguidamente, pasado el mes, tienes que añadir tres cucharadas de azúcar. Pero, antes de nada, tienes que caramelizarla en una sartén. Luego, lo añades a la botella y ya estaría lista la mezcla para consumir. Sería tu primera botella de vermut casero.
Como puedes ver, no es un proceso complicado, pero ten en cuenta que este es solo el esqueleto del mismo. Una receta similar (variando algo las hierbas aromáticas) la puedes hacer con vino rojo o rosado. Y, si este es tu primer intento, una forma de que el amargor no sea exagerado es reduciendo un poco la mezcla de ajenjo, así te quedará un poco más dulce.
En definitiva, elaborar un vermouth casero no es demasiado complicado, pero sí que te requiere práctica. Es interesante ir probando combinaciones de manera más o menos regular (tanto en la conservación, los tiempos de maceración o las hierbas aromáticas) para ver cuál de todas las opciones es la más adecuada para ti. Y así, poco a poco, ir aprendiendo.