No solo los aperitivos y el vermú van de la mano. También los gallegos y
Consejos para comprar queso
Y saber elegir el queso que buscas
Partiendo de que la perfección no existe, me toca escribir aquí recomendaciones para comprar queso escogiendo cada cual el que más se ajuste a su paladar, sin olvidar la seguridad que nos proporciona llevarnos algo sano y rico a la boca. Algunos de los tips que se me ocurren pasan por adquirir el producto en establecimientos fiables Es de vital importancia saber de dónde proviene el queso. En este sentido, existen varias opciones, como por ejemplo, locales especializados en quesos, tiendas de especialidades gourmet, comercios de agricultores e incluso tiendas online. Si se decide comprar en un supermercado, tienda al por menor o almacén, conviene asegurarse de que la rotación es rápida, para así evitar la adquisición de quesos en mal estado.
Otro consejo es sin duda comprar el queso en buen estado aunque parezca una afirmación obvia. La forma más fiable de determinar si un queso está en buen estado en el momento de la compra es guiarse por la apariencia y el aroma. Si nos centramos en la apariencia, es importante tener en cuenta que el queso no tenga ningún tipo de decoloración, grieta o moho (a no ser que se trate de queso azul). En relación al olor, algunos aspectos que pueden indicar que el producto no es fresco es el aroma a leche agria, a amoníaco, o simplemente desagradable. Ahora bien, la mejor manera de asegurarse de comprar un queso en buen estado es probarlo. Por ello, si se tiene la oportunidad, es conveniente hacer una pequeña cata en el local.
Hacer una revisión del proceso de elaboración del queso resulta algo imprescindible si se tiene algún tipo de restricción dietética o religiosa, o problema relacionado con intolerancias. Por ello es importante revisar la etiqueta del queso para comprobar cómo fue el proceso de elaboración. También se pueden plantear las posibles cuestiones al quesero o al dependiente del establecimiento en el que se realice la compra.
Otro alto se refiere a la fecha de caducidad. Revisar las etiquetas para asegurarse de que el queso no está demasiado cerca de la fecha de caducidad o vencido. Si se adquiere una porción de queso que ha sido fraccionado en trozos más pequeños, conviene revisar el etiquetado en el lugar de compra, ya que en este se debe incluir la fecha de caducidad al lado de las cifras indicadoras del precio y el peso. Y por último comprar en base a su consumo. No conviene adquirir mucha cantidad de producto si no se va a consumir en un plazo máximo de una semana. A partir de entonces el queso comenzará a perder propiedades.
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