La comida y el vermut van de la mano. Son una combinación excelente para cualquier
Aperitivos calientes deliciosos
1. TORREZNOS
El primero de los aperitivos calientes es el torrezno. Si bien no es un invento nuevo, hay que decir que hace un tiempo se ha puesto de moda como si de una delicatessen se tratase. Y no es para menos porque cuando un torrezno está bien hecho es una auténtica delicia, irresistible… Y por mucho que el nivel haya mejorado algunas veces sigue siendo una aventura terrorífica tomarlos. En la mayor parte de España el torrezno es un aperitivo elaborado con panceta de cerdo frita. Lo ideal es que queda una textura crujiente por fuera y jugoso por dentro, grasiento pero no en exceso. En Soria, por ejemplo, se le echa un adobe especial. Pero la clave está en saber freírlo y con paciencia.
Los torreznos también se pueden cocinar con éxito, y más rápido, en el horno, pero se necesitan máquinas de una gran potencia (hay que cocinar el torrezno a 250º y a poder se con grill para que la corteza suba) con las que no cuentan todas las casas. Esta receta es la clásica en sartén, que nunca falla.
Antes de ponerte manos a la obra, pide a tu carnicero que corte los torreznos con un grosor de unos tres centímetros (o, si tienes la panceta entera, córtalos así en casa). Esta es la anchura óptima para que el torrezno no quede muy seco y, además, se mantenga erguido en la sartén.
Lo ideal es no meter la panceta en la nevera, pues se humedece y dificulta su cocción, pero si necesitas conservarla refrigerada para que aguante más trata de sacarla con bastante antelación para que se oree. Si no sacas la panceta antes de la nevera te va a costar mucho más tiempo cocinarla en condiciones.
Coloca los torreznos con la piel boca abajo sobre una sartén y cúbrelos con aceite de girasol a media altura: la piel debe quedar totalmente cubierta por aceite. Enciende el fuego a baja potencia y deja que el aceite se vaya calentando.
Poco a poco se irán formando burbujas en la corteza, que tiene que levantarse del todo, hasta que quede completamente hinchada. El tiempo en el que se logra esto es muy variable y puede ir de los 25 minutos (si la panceta está bien seca) a una hora, dependiendo también del fabricante.
Cuando la corteza se haya levantado por completo sube el fuego al máximo y coloca los torreznos de lado. Cocínalos aproximadamente un minuto por cada lado, o hasta que se doren, y sácalos sobre papel absorbente. Lo ideal es servir los torreznos cortados en trozos que se puedan comer de un bocado. Que aproveche.
2. PINCHO CALIENTE DE SURIMI CON JAMÓN IBÉRICO
Un bocado original donde se conjugan dos antagónicos. Para su elaboración sólo necesitamos palitos de surimi, jamón ibérico, aceite de oliva, perejil, y una baguette. Empezamos con los palitos y los envolvemos en media loncha de jamón cada uno, pinchamos y cerramos con un palillo. Luego los rehogamos en una sartén con un poco de aceite de oliva y los colocamos sobre tostas de pan tostadas. Espolvoreamos de perejil y servimos.
3. CALLOS A LA GALLEGA
En este ocasión tiramos de una opción tradicional sacada del baúl de las abuelas que nunca falla y que para los días de invierno supone una excelente opción. Hay múltiples opciones de elaboración dependiendo de la comunidad donde se haga pero yo como buena gallega voy a decantarme por la mía.
Aunque su elaboración puede resultar laboriosa os animo a intentarlo, no es para tanto.
Se pone a remojo en agua con el zumo y las pieles de dos limones, la carne del estómago de ternera que habremos troceado y la pata de ternera troceada desde la noche anterior. Después nos ponemos manos a la obra. Lavamos de nuevo todos los ingredientes. El siguiente paso sería tomar una En olla y nos ponemos a cocer en agua fría los ingredientes.
OJO!!! Desechamos esta primera agua de cocción y volvemos a cubrir. Añadimos a la olla la cebolla troceada en dados, los dientes de ajo troceados, los pimentones picante y dulce, el comino y un punto de sal. Cocemos las carnes. Añadimos los garbanzos, el chorizo, y seguimos cocinando cocinamos. Siempre hasta que veamos que los garbanzos y la carne están casi tiernos. Una vez hechos se prepara una mezcla con una poca de salsa en un bol y se le añade harina para que espese y se vuelca en la olla y se deja que hierba. El espesor de los callos depende del gusto de cada uno. Se le puede añadir un poco de picante y listo…
4. CHORICITOS A LA SIDRA
El chorizo a la sidra, es una receta originaria asturiana que consiste básicamente en este embutido cocido en sidra. La mezcla de sabores es brutal. El ácido de la sidra con la grasilla del chorizo. Es bastante fácil de hacer pero, no obstante, mostraré unos trucos para hacer un chorizo a la sidra perfecto. En una sartén ancha, añadimos la sidra y las hojas de laurel calentamos todo a fuego fuerte. Cuando esté hirviendo, añadimos una pizca de sal y el chorizo entero. Yo prefiero hacerlo entero y sin pincharlo, para que el chorizo no suelte demasiados de sus jugos. Es verdad que, si lo hacemos estos jugos irán a la salsa y ésta estará bastante rica pero, el chorizo por el contrario, quedaría muy seco. Dejamos cocinar aquí, a fuego medio en torno a 30 minutos. Pasado el tiempo, retiramos el chorizo y lo cortamos en rodajas no muy gordas. De un dedo y medio de grosor aproximadamente.
5. BROCHETA DE LANGOSTINO EN PASTA FILO
Una opción que suele tener mucho éxito es sin duda el langostino en sus múltiples posibilidades. Me he decantado esta vez por la forma que lo envuelve en la masa filo y que conserva el calor de este marisco. Receta sencilla que gustará a todo el mundo. Empezamos…
Colocar en un mortero ajos, ají, cayena sin las semillas, pimentón y aceite. triturar todo con la maza del mortero. Se van mojando los langostinos pelados en éste aceite. Se dejan macerar y se corta cada lámina de la masa filo en dos, se doblan en forma de triángulo con el langostino en su interior. Se fríen en aceite bien caliente hasta que estén dorados. Se escurren sobre papel absorbente y listo para emplatar con un cuenquecito de salsa agridulce.